Lo haces siempre

Sentí como le temblaban las piernas, como al pedírmelo el labio de abajo se le movía y le temblaba la voz.
Recuerdo que me agarraba por la cintura cuando se puse encima de mi, y me dijo.
-Mira...te quiero, y estoy dispuesto a adentrarme en una aventura contigo, ¿quieres forma parte de ella?.
Yo no se porque ni temblé, ni la voz me salía diferente ni nada...
Con toda la seguridad del mundo le besé, me gustaba más demostrar mi amor por él con hechos, con gestos, que solamente con palabras.